ADN de tres personas en una, ¿es posible?
Enfado, escepticismo y felicidad, ésas fueron algunas de las reacciones que el especialista en fertilidad John Zhang causó en la comunidad científica en septiembre de 2016 cuando anunció que había utilizado una polémica técnica que mezcla el ADN de tres personas para producir un bebé sano. Este tipo de técnica busca evitar que los niños hereden trastornos que afectan a las mitocondrias, las estructuras celulares que producen energía. Preocupaciones éticas y de seguridad han llevado a los Estados Unidos a prohibir tales procedimientos. Razón por la cual Zhang, quien trabaja en “New Hope Fertility Center” en Nueva York, realizó el procedimiento en la clínica de la compañía en México.
Los críticos vieron esto como un intento de evadir la regulación y se inconformaron aún más por el hecho de haber anunciado la investigación en una conferencia en vez de hacerlo en una publicación formal como se acostumbra.
A Zhang no le incomodan las críticas. “Lo más importante es tener un bebé nacido sano, no informar del hecho a todo el mundo,” dice. En la década de 1990 trabajó con el endocrinólogo reproductivo Jamie Grifo en el “New York University Langone Medical Center” para desarrollar una versión preliminar de la actual. El experimento fue diseñado para ayudar a las mujeres de edad avanzada a quedar embarazadas mediante la sustitución de las mitocondrias ya envejecidas de sus óvulos con la ayuda de óvulos más jóvenes de donantes. Desgraciadamente no logró tener embarazos exitosos.
Regulaciones sobre el tema en el mundo.
Cuando los reguladores de Estados Unidos comenzaron a restringir esta técnica en 2001, Zhang y sus colaboradores en China asumieron el control el trabajo y lo sacaron del contexto regulatorio de nuestros vecinos del norte. En 2003, el equipo de Zhang logró implantar múltiples embriones en una mujer. Todos los fetos fueron abortados, por lo que China prohibió la técnica también.
Grifo y otros aplauden el trabajo de Zhang, pero también se ha criticado al equipo que realizó el procedimiento en México porque “Un montón de cosas que hicieron fueron totalmente inseguras,” como la infusión de huevo del donante con una droga que podría causar anormalidades cromosómicas, según Shoukhrat Mitalipov, un científico de células madre en la Universidad Oregon Health & Science en Portland.
El bebé, que ahora tiene casi año y medio, cuenta con el ADN normal de su madre y su padre, más una pequeña porción de material genético de una donante. La técnica que permitió su nacimiento, hace que los padres con mutaciones genéticas raras puedan tener hijos sanos y acaba de ser legalizada en el Reino Unido. El procedimiento pudo ser llevado a cabo en México debido a un cuestionado vacío legal que existe en nuestra nación y que en principio desaparecería gracias a los legisladores del país.
Los padres.
Los padres del bebé, de origen jordano, fueron tratados por un equipo de estadounidenses y al menos un mexicano en México. Lograron asegurarse de que naciera sin la enfermedad genética de la madre, el síndrome de Leigh, un trastorno letal que afecta el desarrollo del sistema nervioso.
Estos genes están ubicados en el ADN de la mitocondria, el llamado “motor” de las células. Cerca del 25% de la mitocondria de la madre de este bebé tiene la mutación que causa la enfermedad y, aunque ella está sana, el síndrome causó la muerte de sus dos primeros hijos.
El doctor John Zhang retiró el núcleo de uno de los óvulos de la madre y lo insertó al óvulo de una donante al cual se le había extraído su propio núcleo. El óvulo resultante, con ADN nuclear de la madre y ADN mitocondrial de la donante, fue fertilizado con el esperma del padre. El doctor creó cinco embriones, pero sólo uno se desarrolló de forma normal, por lo que fue implantado en la madre.
Según Zhang, en un futuro cercano sus experimentos demostrarán el enorme beneficio que representan para la humanidad y saldarán todas las dudas presentes. Algunos expertos advierten del peligro de que este tipo de “donación mitocondrial” degenere en la concepción de “bebés de diseño”. Y entonces la ética nos llevará a tener que resolver situaciones que solamente la ciencia ficción nos había presentado. Zhang es uno más de los “top ten” del 2016.